Del 2017 al 2019 fotografiaba bodas dentro de una agencia. Hice una pausa, un largo respiro de este mundo mientras exploraba el cine, me sumergía en la fotografía editorial y de moda.
Aprendí a narrar historias de manera diferente, a jugar con la luz, dirección de arte y las emociones de una forma más cinematográfica.
El año pasado, decidí regresar a las bodas, pero con una mirada distinta. Tomé solo cuatro fechas en el 2024, y con cada una confirmé lo que siempre supe: cada boda es una historia única, un proyecto con su propia esencia, una identidad diferente de cada pareja y cada historia que me permitieron contar. Este año, vuelvo con solo 8 fechas disponibles.